Emociona constatar cómo un gobierno despótico (además de ultrarreligioso) no puede reprimir a millones que claman por su libertad. La nueva revolución iraní se está dando en la red, mientras las arcaicas autoridades intentan sofocar toda muestra de disenso y libertad de información. Pero para eso están los bloggueros y twitteros, que no cejan en su esfuerzo.
1 comentario:
Ya tenía rato si aparecerse. Sí genial cartón, un hombre asustado ante la modernidad, Iran vive un momento intenso e interesante...
Un abrazo Doña Mónica...
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